lunes, 19 de noviembre de 2007

A petición he construido una casa

(entrada original)
Un basurero en una esquina es sin duda la prueba del abandono, pero creer que tiene basura es una falsa expectativa con respecto al vacío como estado vacuo de la existencia, pues olvidamos, o pretendemos hacerlo, que la nulidad Es la existencia.
El cesto no es un objeto aislado, forma parte de un rompecabezas cúbico y enmohecido del que un vaho púrpura brota.
La humedad de la caja la vuelve endeble; a punto de caer, un pequeño jazzista se para junto a ella y toca su saxofón sin siquiera voltear a verla. Una mujer que pasa a su lado le deja unas monedas y un ramillete de vainilla. El jazzista, toma el arreglo y lo coloca en la caja, observa cómo lentamente un árbol brota de ella. Inclinando el sombrero que lleva puesto, se sienta junto al árbol para dormir. Jamás despierta.
Nota: Aquí mi habitación (la palabra morada me suena tan RAE). Yan, chido por pasar el ejrecicio. Se lo paso a Ale, Karen, Meche, Fernando, Fux y al Garay, a ver quién lo hace.

2 comentarios:

calixta dijo...

Qué tal! Pues claro que acepto la petición, qué bueno que le gustó mi morada, aqui le paso los links de mis invitados:
http://latumbadelcadaver.blogspot.com/
http://opphelianas.blogspot.com/
http://elgigio.blogspot.com/
http://www.elbrazo.blogspot.com/

Un abrazo

Zchymczyk dijo...

La morada

me agrada el ser humano
viviendo en esta casa desordenada
donde los muros crecen —cambian de lugar—
y llegan a ser otros en el tiempo
cada vez más familiares y más íntimos
tatuando el mismo códice siempre nuevo
de un vívido color púrpura desconocido
en la quietud de la oscuridad y del silencio
te invito a mi casa:
aquí vivo y ahora lo digo…