miércoles, 14 de noviembre de 2007

Mi morada

Nerea (entrada original)

Hagamos un pequeño juego aprovechando que este es el post 550 de Éter y Sal (con margen de error, sin margen es el 502).
La pregunta a responder es: ¿Cómo sería tu mente si fuera una morada?
Mi respuesta es:
Un lugar amplio, a primera vista desordenado, pero ya viéndolo de cerca, con un orden meticuloso. Las paredes, llenas de puertas y archiveros, las puertas siempre abiertas, los archiveros te llevan siempre a otro archivero al otro lado del cuarto, y éste a otro, y a otro. Más como puertas de teletransportación. Hay también pantallas y hologramas con películas corriendo, con fotos que parpadean, es de hecho el movimiento lo que lo hace ver desordenado, sobretodo cuando las imágenes cobran vida y un conejo, por ejemplo, sale brincando de una pantalla. Esto se une con el hecho de que hay hojas volando todo el tiempo, saliendo disparadas de un archivero a otro, de un archivero a otro, porque se busca que todo esté siempre en su lugar. Es un lugar cilíndrico, lleno de ventanas. Por las ventanas entra el aire, se cuelan rayos de sol y también llegan siempre, al día, miles de hojas nuevas que hay que archivar. Sin embargo, pese a la ventilación, es un lugar cerrado, imagínese sin techos pero con las paredes largas, muy largas, tanto que si estás abajo no se alcanza a ver con claridad el final de estas paredes. Hay, asimismo, algunas imperfecciones, como un pedazo roto del piso del que brota una fuente de colores que de vez en vez mancha las hojas que pasan volando por ahí. De igual manera, periodicamente las máquinas encargadas de direccionar a las hojas voladoras se descomponen, y éstas salen volando hacia todas las direcciones, chocan unas con otras y terminan cayendo en el archivero incorrecto. Lo que el sistema no sabe es que estas máquinas a veces juegan a descomponerse sólo por diversión, pues el espectáculo es policromo y encantador y de repente, las hojas encuentran un mejor lugar en el archivero incorrecto que en aquel que les correspondía. También hay cosas sin lugar que sólo vuelan de un archivero a otro, de un archivero a otro sin poder detenerse jamás. Éstas últimas son las que implican mayor gasto energético para el sistema, pero como no encuentran lugar para detenerse, sólo no se detienen aunque quieran. La única condición que tiene el sistema es que nunca puede frenar, los archivos sólo pueden descansar poco tiempo, pues, al final, es el acto de volar de un lado a otro, lo que mantiene vivo este lindo universo.
Edición: ahora que lo pienso se me antoja también de esas lagartijas extraterrestres de Men in Black pelénadose por el control, un timón o algo.

Ahora os insto a que respondan la misma pregunta. Hagamos de esto una de esas cadenas bloguísticas chafísimas en donde cada quien escoge cinco víctimas que tienen que responder y cada víctima escoge cinco y así hasta que se hace una bonita progresión geométrica que alguien corta por salud mental.
Mis cinco víctimas son:
Antígona
Esta va por ella
Lsz.
Emma Zunz
Garcín Altoalcázar

1 comentario:

Sonic Reducer dijo...

Con todo gusto puedes citar y entrar a mi morada.

Gracias por tus comentarios.

Saludos